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viernes, 11 de marzo de 2011

El Hijo Pródigo (I).

La felicidad no crece en el huerto del envidioso.



Este Olmo chino (Ulmus parvifolia) es uno de los primeros que reproduje mediante esqueje de raíz. Su primera formación la hice en casa, pero como casi todos saben, dispongo de poco espacio para tener mis arbolitos y tuve que ponerlo en otro sitio a engordar.




Tras dos años fuera de casa, este ha regresado para ser plantado en maceta de bonsái. Como ya está empezando a brotar, solo lo he defoliado parcialmente y le he eliminado algo de ramificación fina mal situada. Así mismo, le he alambrado una rama y a otras dos les he puesto tensores rígidos, con el fin de colocarlas mejor y de camino poner mas derecho el ápice.

En una posterior entrada pondré el trasplante en su nueva maceta.

2 comentarios:

  1. Se le nota el tiempo que pasó fuera. ¿Siempre los defolias al transplantarlos?. Seguro que ganará un montón en cuanto lo pongas en la maceta.
    Saludos.

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  2. Procuro hacer el defoliado al trasplantar para equilibrar la parte aérea con la radicular, sobre todo si le practico una poda excesiva de estas ultimas. También suelo aprovechar el defoliado para corregir la ramificación, eliminando ramas innecesarias, aclarando y alambrando para colocarlas en el sitio correcto, labores que sin defoliar sería mas costoso efectuar.

    Un saludo Angel.

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