Seguidores

Búsqueda

Búsqueda personalizada

Resultados

viernes, 25 de febrero de 2011

Defoliado y alambrado de este olmo chino.

La primera vez que me engañes será culpa tuya. La segunda será culpa mía.


Las condiciones climáticas del lugar donde vivo hacen que los olmos chinos (Ulmus parvifolia) no pierdan la hoja durante el invierno, y eso que los tengo en todo momento en el exterior.

Así estaba en mayo del 2009.

Una practica que les suelo realizar últimamente es el defoliado, pues ello me permite observar toda su ramificación y así poder eliminar todas aquellas ramas que estén mal posicionadas, alambrando las que lo necesiten para el diseño preconcebido.

Así en la pasada exposición de diciembre.

Todo esto lo hago cuando las yemas están hinchadas a punto de brotar. Esta practica me ha permitido observar como esta brotación es mucho mayor y tiene mucha mas fuerza.

Tras el defoliado.

Este trabajo es el que he realizado en este olmo de raíces expuestas que algunos ya conocen.

La copa una vez eliminas las ramas innecesarias.


La copa tras alambrar.


Vista cenital.

A parte de todo esto, he intentado, mediante el alambrado y los tensores, separar las ramas para crear masas de verde diferenciadas unas de otras, pues la anterior copa tenía movimiento pero era demasiado monótona.

Así ha quedado el conjunto.

Habrá que esperar a que brote para saber si he conseguido este efecto o no. Iremos poniendo su evolución como siempre.

martes, 22 de febrero de 2011

El olmo pudoroso.

Donde va mas hondo el río, hace menos ruido.


A finales del pasado mes de enero puse una entrada con las intervenciones que le hice a este pequeño olmo chino (Ulmus parvifolia) entre la que estaba el defoliado.


Se ve que era un tanto pudoroso y no le gustaba estar desnudo. En poco tiempo ha brotado y se ha vestido.


La segunda fotografía es del pasado domingo 13, con lo que, en un par de semanas, se ha cubierto con su manto verde

viernes, 18 de febrero de 2011

Pequeñas reformas.

Nada falta en los funerales de los ricos, salvo alguien que sienta su muerte.


Esta Carissa grandiflora muchos de ustedes la conocen de sobra. De hecho estuvo algún tiempo como foto de portada de este blog. En un principio la tenía plantada en una maceta de gres sin esmaltar de semicascada, pero me parecía demasiado pesada para el tipo de árbol y me decidí a plantarla en la kurama que está actualmente.




El pasado fin de semana le he practicado una pequeña reforma que ha consistido en elevar la copa más pequeña, para lo cual alambré con un doble alambre de bastante grosor, el cual lo envolví con papel higiénico a modo de almohadilla para no estropear la corteza que es bastante bonita.



También elevé toda la estructura del árbol con un tensor y le practiqué una pequeña poda de formación a ambas masas foliares.

Todo esto está encaminado a conseguir que el árbol pasase de tener una representación de azotado por un viento dominante desde la derecha con un ángulo de elevación de aproximadamente 45º a estar formado por uno que incide a 20º aproximadamente.

Con esta pequeña reforma pretendo conseguir un árbol más dinámico, representando a aquel que vive en lo más alto del acantilado, mientras que en la posición anterior, el árbol representaba a uno que vivía un poco más debajo de la cúspide de ese acantilado.

martes, 15 de febrero de 2011

Otro pequeño truco.

Caído el árbol, los monos se dispersan.

Como muchos de ustedes saben, a mi me gusta bastante el uso de tensores para bajar las ramas, sobre todo porque los árboles tropicales que trabajo engordan rápidamente y así evito que se claven los alambres.

Lo que hoy les pongo es un pequeño truco que uso para bajar pequeñas ramas y que consiste en usar como uno de los enganches del tensor, un trozo más largo y grueso de aluminio, el cual voy doblando para así conseguir el nivel deseado de bajada.

Parece una tontería, pero evitas estar tirando del tensor y atando, consiguiendo además, el nivel justo.

viernes, 11 de febrero de 2011

La edad de los bonsáis.

El dragón inmóvil en aguas profundas se convierte en presa de los cangrejos.


En las exposiciones de bonsái, los profanos te suelen preguntar por la edad de este o aquel árbol, a lo que yo les contesto que habría que cortar el tronco para averiguar su edad, contando los anillos de crecimiento. Aun recuerdo cuando en las exposiciones se le ponía la edad del bonsái junto a su nombre y el de su dueño. Esa práctica se ha desterrado hoy en día de cualquier exposición que se precie. Lo que sí he visto en algunas publicaciones es poner el tiempo que tiene de entrenamiento como bonsái, cosa que es más creíble que las edades que se les ponía antes, pues aquí entraba la picaresca, ya que en esa época, cuanto mas viejo mas caro, aunque no fuese estético. Particularmente, prefiero un bonsái sencillo y bien diseñado, que esos materiales grandes, toscos, que quieren simular vejez y que no tienen ningún sentido.



Viejo material de Ulmus parvifolia de aspecto demasiado tosco.



Material joven de Ulmus parvifolia de aspecto delicado.

Cuando hacemos bonsái, estamos representando un árbol de la naturaleza que ha sido modelado por los vientos, la nieve, el crecimiento del propio árbol, etc., por lo tanto, los años han tenido que pasar por el, con lo cual, lo que representamos es un árbol de una cierta edad. Es aquí donde entra la habilidad del artista, para que, partiendo de un material más o menos joven, llegue a plasmar ese paso del tiempo. Por lo tanto, aunque el material no sea de una cierta edad, debe parecerlo.

Precioso ejemplar de Celtis sinensis que transmite wabi-sabi.


Debemos intentar que nuestros bonsáis lleguen a transmitir el sentimiento de wabi- sabi. Si lo conseguimos, habremos logrado la categoría de maestro

martes, 8 de febrero de 2011

Los chupones de Marco Polo.

¿Por qué lanzarse al agua antes de que la barca haya naufragado?


No se si le he dicho que Marco Polo, el acebuche viajero, no ha parado de crecer durante este invierno. A mi entender, las condiciones de mi casa son muy favorables para su desarrollo en esta época del año. No tengo mucha experiencia en acebuches y por lo tanto no se si suelen parar durante el invierno.
Una de las señales de este desarrollo es la aparición de chupones.



Yo se los suelo quitar, para lo cual excavo bien el sustrato hasta llegar a su nacimiento y ahí lo corto. Si los dejásemos nos debilitaría la parte alta.


En otra ocasión les pondré fotografías del árbol entero, pues ya está casi terminada su formación y eso que a penas ha pasado un año desde que lo tengo. Espero que me salgan mejor que estas, que la verdad no son ninguna maravilla.

viernes, 4 de febrero de 2011

Definiendo la ramificación del Rey Zancudo.

El ayer es dinero gastado. Mañana es dinero por venir. Usa pues el día de hoy que es dinero en efectivo.


Esta Bougainvillea glabra, a la que llamo el Rey Zancudo, la traje a casa allá por el pasado mes de septiembre, dejándola crecer libremente para que se adaptase a su nuevo hábitat. No tengo fotos de cómo evolucionó con su nueva brotación, pero, esperando que se fíen de mi palabra, esta lo hizo sin ningún tipo de problema.

Recién trasplantada el pasado septiembre.

Al verla así tan fuerte me he decidido a trabajarla. Este trabajo ha consistido en practicarle un defoliado para ver todo su ramaje y posteriormente alambrarla, eliminando las ramas que molestaban y definiendo su perfil, quedando como aparece en la fotografía.

Tras defoliarla y alambrarla.

Seguiré poniendo la evolución de su reinado cuando se vista con su manto verde

martes, 1 de febrero de 2011

Matando el tiempo.


El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo.



En esta época invernal en la que nuestros bonsáis nos demandan descanso, las tardes se hacen interminables. Con el fin de matar el tiempo, suelo dibujar bonsái, que a su vez me sirven de inspiración para futuros diseños y además, puedo probar para los diferentes diseños, aquellas macetas que mejor vayan a cada uno de ellos (y todo sobre el papel). No siempre tienes la misma fortuna de cómo te quedan, pero yo me entretengo dibujándolos.

Sin más, les dejo estos cuatro diseños, comentando cada uno de ellos.




Este ha quedado muy equilibrado.



En este me gusta mucho el diseño del árbol, si bien la maceta creo que no es la más apropiada.



Sencillo azotado que da la impresión que le está soplando el viento en ese momento.


Diseño que le envié a Alberto del blog Beial (blog que recomiendo, pues Alberto si que dibuja bien) y que lo publicó.