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viernes, 2 de septiembre de 2011

De los fallos también se aprende.


Si te caes siete veces, levántate ocho.



Con este plantón de Pino Canario (Pinus canariensis) he intentado hacer un trabajo que me venía rondando la cabeza hace tiempo. 


 El trabajo consistía en hacer un bunjin con un shari a lo largo del tronco en espiral, tal como muestro en el dibujo.


Para esto quité parte de la corteza y de la madera siguiendo una sola parte del tronco para que el árbol sufriese lo menos posible.


A continuación coloque un alambre de buen grosor a lo largo de la madera vista; este lo sujeté con otro, alambrando todo el tronco.


 Lo siguiente fue retorcer el tronco para darle la forma espiral.


¡Y he aquí el fallo! La corteza se separó de la madera a una determinada altura, con lo cual el árbol morirá de ahí hacia arriba. La enseñanza de este fallo es que tenía que haber puesto rafia para proteger la corteza. 
 

 Igual no está todo perdido y si brota de la corteza rota hacia abajo podemos seguir haciendo algo. El tiempo lo dirá.

4 comentarios:

  1. Siempre da un poco de rabia cuando ocurren estas cosas. Lo importanta es sacar alguna conclusión para tratar de no volver a caer en el mismo error.
    Lo importante es aprender.
    Un abrazo.

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  2. Mi intención al publicarlo, aparte de enseñar la técnica, ha sido la de prevenir a aquel que lo intente para que no cometa el mismo error que yo.
    De todas maneras lo volveré a intentar, esta vez con la lección aprendida.

    Un abrazo.

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  3. Olá Martin!
    Seus trabalhos me encantam, este Pinho Canário está muito bélo, é bastante trabalhoso mais também é prazeroso realizar!
    Parabéns!

    Adriano.

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  4. Si ese tronco no hubiera tenido ese fallo, no hubiéramos aprendido, Hoy aprendí algo nuevo! muy buena!

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