El momento elegido por el
azar vale más que el momento elegido por nosotros mismos.
A esta Bougainvillea
glabra que llamo el Rey Zancudo la he llevado a la peluquería para hacerle
una pequeña reforma.
Le he recortado un poco el flequillo, es decir, le he acortado un poco esa larga rama de la izquierda que la hacía tan singular, en beneficio de hacer la copa mas compacta. Aproveché el viaje para quitar alambres de ramas que ya se habían posicionado y para alambrar nuevas ramas, debido a que ha brotado muy bien, por lo que me lleva a pensar que goza de buena salud.
Su actual
altura es de 31 cm.
Ya me resulta familiar este bonsai. No lo dejas desmelenarse ni un poco.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando era pequeño y el pelo se me montaba sobre las orejas, mi padre me mandaba a la peluquería de cabeza. De joven me dejé crecer el pelo y ahora de mayor procuro tenerlo corto. Lo mismo hago con los bonsái, Cuando los estoy formando los tengo controlados para que no se desmadren. Pasado ese periodo los dejo crecer para que engorden y una vez que han engordado a controlar su silueta.
ResponderEliminarEste está en el primer periodo. Por supuesto, no le dejo crecer ni una flor.
Un abrazo.