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jueves, 2 de febrero de 2012

El acebuche de Fernando.

Al comer retoños de bambú, recuerda al hombre que los plantó.


Este pequeño acebuche comercial (de los que vienen con la botellita de aceite atada en su tronco) me lo dio mi cuñado Fernando. Hace algo más de un mes se lo puse de ejemplo a unos amigos sobre lo que se puede hacer con este tipo de material, lo alambré en estilo azotado por el viento y lo trasplanté.
La historia no tendría mayor trascendencia y ni siquiera publicaría la fotografía si no fuese porque el pasado 8 de enero mi cuñado falleció tras una rápida enfermedad, por lo que a partir de ahora ese árbol lo tendré muy presente.
Dado que tiene algunos defectos, como una conicidad invertida del tronco, lo plantaré en una maceta grande para que engorde y así intentar que esos defectos se mitiguen.
Muchas veces los árboles quedan unidos a uno por motivos personales y este es un claro ejemplo. Esto es lo que llamamos valor sentimental.



2 comentarios:

  1. hola

    te entiendo, porque para mi, cada árbol esta asociado a un momento, un lugar o una persona....., por eso cuando se mueren me duele tanto......, este año pasado lo he pasado muy mal.

    Si me permites mi humilde opinión, déjalo en maceta bonsai, no adelantaras mucho mas, arreglalo un poco y cuídalo, con eso la persona a la que esta vinculado el árbol, se mantendrá "viva". Yo si no quisiera quitar las ramas del lado izquierdo, si las acortaría mucho....., y aclararía un poco el lado derecho....., pero nada mas.

    saludos y perdón por la intromisión.

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    Respuestas
    1. De intromisión nada. Este blog es publico para que los seguidores puedan comentar las entradas.
      Este árbol, mas que un bonsái, es un sentimiento y te agradezco mucho el comentario.

      Gracias y saludos.

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