Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le
rinde al talento.
Este
esqueje de Juniperus chinensis lo
había adaptado a un tronco seco de romero tal y como lo podemos observar en la
primera foto. A primera vista está muy resultón, pero fijándonos bien, no
cumplía con la premisa principal de este estilo, pues no se había adaptado a la
madera y quedaba separado en casi todo su recorrido.
La
solución, muy a mi pesar, fue eliminar el tronco de madera seca. A todas luces quedó
con una copa muy larga para su tronco tan fino.
Por
estas circunstancias se le acorto la copa y se posicionó con alambres y
tensores. Seguramente lo dejaré en esa maceta demasiado grande para él, pero
así se desarrollará mejor, aunque es muy lento de crecimiento. Ha pasado a ser
un árbol que llamaba la atención, a un árbol “ramplón”. En bonsái, como todo en
la vida, a veces se gana y otras se pierde, pero de esto también se aprende.
Buenas Martín, ando yo con ganas de meterme en esto de los Tanukis y una de las cosas que me preocupa, es justamente lo que tu comentas. Una de las soluciones que tengo en mente para este problema, es tallar en la madera muerta el camino o carril para la vena viva y con un buen cuidado, abono, sol, agua... el propio arbol rebasará sus propias marcas y quedara oculto su nacimiento de Tanuki...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese es el camino, Fran. Y fue el que yo seguí, pues la madera tenía la ranura de forma natural. Además le comí la corteza en la zona que iba adosado a la madera para que el callo se pegase a ésta, lo agarré todo con bridas y así y todo falló. Bueno, a mi me falló, lo que no quiere decir que a ti te tenga que fallar. Inténtalo, que es un trabajo muy divertido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una verdadera lástima. Ya formaba un precioso ejemplar en el que la madera muerta estéticamente era perfecta... Seguro que lo seguirás intentando y al final, como con otras cosas, conseguirás una unión perfecta.
ResponderEliminarUn abrazo. César.
Seguro que no faltarán ocasiones, pues la madera la sigo teniendo. Ya veremos....
EliminarUn abrazo.
Hola buenas. Soy nuevo en este arte del bonsái y quisiera conseguir un Juníperus chinensis en Tenerife, pero no lo encuentro. Podrías decirme al vivero donde conseguir un plantón de esta especie.
EliminarUn saludo y encantado con tu blog
Hola buenas. Soy nuevo en este arte del bonsái y quisiera conseguir un Juníperus chinensis en Tenerife, pero no lo encuentro. Podrías decirme al vivero donde conseguir un plantón de esta especie.
EliminarUn saludo y encantado con tu blog
Buenas Martín, menuda pena que no haya agarrado pues si que estaba resultón. Pero como has comentado, tambien se aprende de estas cosas por lo que para la próxima estoy seguro de que saldrá bien!!
ResponderEliminarPor cierto te he agregado a mi nuevo blog, pásate si te apetece: http://bonsadiccion.blogspot.com.es/
Un saludo!!
Si que es una pena, pero..... Gracias por lo del blog; yo también te he añadido al mio.
EliminarUn abrazo.
Una pena Martín, pero no hay que cejar en el empeño.
ResponderEliminarUn abrazo
Ganas es lo que menos nos falta y proyectos, un montón, pero con falta de tiempo y espacio.
EliminarUn abrazo.
lástima era un gran proyecto con encanto ,veo muy difícil la realización de los tanukis tiene que ser perfecto seguro que el próximo sale un abrazo
ResponderEliminarEspero haber aprendido algo con este. El próximo ya veremos. Gracias Toni.
EliminarUn abrazo.
Ya lo siento Martín, quizás tenga que ver que no coincidían los árboles, quiero decir madera de romero con un junípero, no sé,se me ha ocurrido.
ResponderEliminarUn abrazo
No creo que tenga que ver, pero nunca se sabe. Es una pena, pues me gustaba mucho.
EliminarUn abrazo.
Siempre se aprende de estas cosas y el que no lo hace no fracasa nunca, aunque tampoco lo consigue.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Ángel. Al que no friega los platos nunca se le rompe uno.
EliminarUn abrazo.
El mejor escribano hace un borrón...Es una pena que no haya salido bien, pero no ha sido tiempo perdido. El arbolito resultante tiene muy buena pinta. Ya quisiera para mí un fracaso así...
ResponderEliminarUn abrazo
Esa es la otra parte. A ver si soy capaz de sacar algo que valga la pena de ese arbolito. Ya veremos...
EliminarUn abrazo.
Es más Martín, yo diría que de lo que más se aprende es siempre de los fallos, cuando tenemos éxito es muy raro que nos paremos a pensar porqué lo tuvimos, pero si fallamos es cuando comenzamos a buscar motivos y explicaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Que te voy a decir Juan; yo que soy autodidacta, lo poco que he aprendido, ha sido a base de tropezones. Con lo del tanuki no iba a ser menos.
EliminarUn abrazo.
Que se va hacer Martín!!!,en otra ocasión saldrá lo del tanuki,pero siempre hay que tener esperanza en que para la próxima vez saldrá aun mejor.
ResponderEliminarUna cosa!!y si le hubieras puesto unos tirafondos de esos pequeños atravesando el tronco?igual pudiera ser la solución al problema,podría ser!!.
Un abrazo.
El problema con los tirafondos es que el tronco es muy delgado y seguramente lo rajaría, pero bueno, esa solución la he visto hacer y funciona. Gracias por el comentario.
EliminarUn abrazo.
Qué pena el fallo del tanuki.... estaba muy bonito el conjunto. A intentar otro, los tanukis son una pasada.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi también me gustaba mucho y además levaba algunos años de trabajo. Pero eso es así, amigo Yoyo. Ya lo intentaremos de otra manera.
EliminarUn abrazo.