El hombre es esclavo de lo que dice y dueño de lo que calla.
Nom. científico: Ficus microcarpa L.f. también conocido como F. nítida o F. retusa
Nom. común: Laurel de Indias.
Familia: Moráceas.
Origen: Sur y sureste de Asia, Malasia, Melanesia, el Pacifico y Australia.
Descripción: Árbol siempreverde, muy voluminoso, de hasta 25 metros de alto, con una copa extensa y frondosa. Tronco corto, grueso, que con la edad forma unos regruesamientos verticales a modo de contrafuertes, de corteza gris. En condiciones óptimas puede emitir raíces aéreas. Hojas ovado-elípticas, de hasta unos 10 cm. de largo, de color verde intenso y brillantes. Frutos axilares, sensiles, más o menos globosos, de 0,8 a 1,2 cm. de diámetro, verdosos a amarillentos en su juventud, pasando a color púrpura oscuro y jugosos en la madurez, si han sido fertilizados. Árbol ampliamente usado en jardinería en las regiones tropicales por la sombra fresca y agradable que proporciona. Al cortar las ramas suelta látex.
Reproducción: Se reproduce muy bien mediante esquejes en verano en un ambiente húmedo y cálido. También se le puede efectuar acodos aéreos con bastante éxito.
El Ficus microcarpa como bonsái: De los que he publicado hasta ahora es el mas conocido. En Canarias prolifera bastante como bonsái, echándose en falta en las colecciones del continente. Excelente árbol para trabajar como bonsái para los principiantes por su dureza, su rápido crecimiento y sus ramas jóvenes bastante maleables.
Como árbol tropical que es, le encanta el calor y la humedad alta, pudiéndose colocar tanto a pleno sol como en semisombra. En estas condiciones puede soltar raíces aéreas de forma natural. No es exigente en riegos, siendo la norma que se seque la superficie de la tierra antes de regar de nuevo, si bien le encanta que le rocíen la copa con agua de buena calidad, especialmente en los días de más calor. Así mismo, no soporta las bajas temperaturas y allí donde esta baje de los 5 grados centígrados, habrá que protegerlo en el interior, junto a una ventana bien iluminada. Debido a que su periodo de crecimiento ocupa casi todo el año habrá que seguir un plan de abonado bastante equilibrado durante toda esta época
Los trasplantes se realizarán una vez acabada la primavera. El sustrato a emplear será a base de tierra volcánica y akadama aportándole algo de turba para mejorar su acidez.
Si bien se puede formar en casi todos los estilos, lo ideal es formarlo en su estilo particular, es decir, tronco corto, grueso y muy ramificado con una copa muy amplia, tal y como crece en la naturaleza. Para esta formación las ramas jóvenes se pueden posicionar en poco tiempo alambrándolas, teniendo cuidado en desalambrarlas pronto para que el alambre no se clave en la corteza, debido a su rápido crecimiento. Si la rama es un poco mas gruesa se puede utilizar tensores. También, como las ramas jóvenes son bastante flexibles, se puede usar la técnica de posicionarlas con las manos directamente, obligándolas a diario a mantener una forma. Así mismo se puede usar la técnica del desfoliado para reducir el tamaño de las hojas, aprovechando este para posicionar mejor las ramas. La mejor época para realizar esta labor es al principio del verano, si bien en las condiciones climáticas de mi tierra he realizado desfoliados en diciembre y han brotado sin ninguna dificultad.
El Laurel de Indias suele se atacado por ácaros en ambientes muy secos, por lo que, como medida de protección se debe mejorar la humedad ambiente. También como medida preventiva se puede fumigar con un acaricida cuando empieza el calor. En cuanto a los insectos, es atacado por la cochinilla algodonosa y por los trips, siendo el mejor método para combatirlos el aplicarle un insecticida sistémico.
En Taiwán existen excelentes ejemplares de Laurel de Indias como bonsái. A continuación les pongo algunos ejemplos.
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