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viernes, 29 de enero de 2010

Bonsái desde esqueje de raíz.


Hay que subir la montaña como viejo, para llegar como joven.


Cuando comencé a publicar en este blog, lo hice animado al tropezarme con el blog de Juan Antonio (http://carthago2009.blogspot.com/) y ver su entrada sobre los olmos chinos desde esqueje de raíz. En esta ocasión les voy comentar mi experiencia con los esquejes de raíz. Al igual que Juan Antonio, comencé experimentando con los olmos chinos.



Estos son muy fáciles de reproducir. Se puede usar todos los restos de las podas de raíces cuando hacemos los trasplantes, así que ojo a la época de trasplante y no tiren esos restos de raíces. Estas suelen tener unas curvas muy interesantes y además se pueden modelar con alambre.

Son ideales para hacer raíces expuestas, enraizados sobre piedra, cascadas y semicascadas, azotados y erectos de todo tipo. Otra característica especial de esta especie es lo rápido que crece si la plantamos en la tierra o en un contenedor grande; en dos o tres años podemos tener un bonsái formado.





Para proceder a plantar estos esquejes le hacemos un corte limpio por la parte arriba (que no quede desgajado) pues es por esa parte por donde van a salir los nuevos brotes. Se plantan como cualquier otro esqueje, con la parte de raíces finas introducido en el sustrato, dejando por fuera de este el tamaño que estimemos oportuno.



El sustrato que uso es a base de akadama y turba, dándome buen resultado. Se colocan en semisombra y en un mes aproximadamente (dependiendo la época del año) ya han brotado. Suelen salir varios brotes, pudiendo seleccionar los más interesantes para el diseño.





Últimamente he experimentado con otras especies, dándome buen resultado el Ficus neriifolia (F. salicifolia), si bien aun no se como evolucionarán, ni que formas podremos darles. Los he hecho con raíces no muy gruesas y quiero probar con algunas de mayor calibre.



Así mismo, tengo una pequeña Bougainvillea glabra obtenida con el mismo procedimiento. De esta ultima ya sabia que era posible debido a que, cuando quedan raíces en el suelo, tras arrancar una Bougainvillea, estas emiten brotes.



viernes, 22 de enero de 2010

Los otros bonsáis (VI). El Laurel de Indias.


El hombre es esclavo de lo que dice y dueño de lo que calla.



Nom. científico: Ficus microcarpa L.f. también conocido como F. nítida o F. retusa

Nom. común: Laurel de Indias.

Familia: Moráceas.

Origen: Sur y sureste de Asia, Malasia, Melanesia, el Pacifico y Australia.



Descripción: Árbol siempreverde, muy voluminoso, de hasta 25 metros de alto, con una copa extensa y frondosa. Tronco corto, grueso, que con la edad forma unos regruesamientos verticales a modo de contrafuertes, de corteza gris. En condiciones óptimas puede emitir raíces aéreas. Hojas ovado-elípticas, de hasta unos 10 cm. de largo, de color verde intenso y brillantes. Frutos axilares, sensiles, más o menos globosos, de 0,8 a 1,2 cm. de diámetro, verdosos a amarillentos en su juventud, pasando a color púrpura oscuro y jugosos en la madurez, si han sido fertilizados. Árbol ampliamente usado en jardinería en las regiones tropicales por la sombra fresca y agradable que proporciona. Al cortar las ramas suelta látex.

Reproducción: Se reproduce muy bien mediante esquejes en verano en un ambiente húmedo y cálido. También se le puede efectuar acodos aéreos con bastante éxito.


El Ficus microcarpa como bonsái: De los que he publicado hasta ahora es el mas conocido. En Canarias prolifera bastante como bonsái, echándose en falta en las colecciones del continente. Excelente árbol para trabajar como bonsái para los principiantes por su dureza, su rápido crecimiento y sus ramas jóvenes bastante maleables.



Como árbol tropical que es, le encanta el calor y la humedad alta, pudiéndose colocar tanto a pleno sol como en semisombra. En estas condiciones puede soltar raíces aéreas de forma natural. No es exigente en riegos, siendo la norma que se seque la superficie de la tierra antes de regar de nuevo, si bien le encanta que le rocíen la copa con agua de buena calidad, especialmente en los días de más calor. Así mismo, no soporta las bajas temperaturas y allí donde esta baje de los 5 grados centígrados, habrá que protegerlo en el interior, junto a una ventana bien iluminada. Debido a que su periodo de crecimiento ocupa casi todo el año habrá que seguir un plan de abonado bastante equilibrado durante toda esta época



Los trasplantes se realizarán una vez acabada la primavera. El sustrato a emplear será a base de tierra volcánica y akadama aportándole algo de turba para mejorar su acidez.
Si bien se puede formar en casi todos los estilos, lo ideal es formarlo en su estilo particular, es decir, tronco corto, grueso y muy ramificado con una copa muy amplia, tal y como crece en la naturaleza. Para esta formación las ramas jóvenes se pueden posicionar en poco tiempo alambrándolas, teniendo cuidado en desalambrarlas pronto para que el alambre no se clave en la corteza, debido a su rápido crecimiento. Si la rama es un poco mas gruesa se puede utilizar tensores. También, como las ramas jóvenes son bastante flexibles, se puede usar la técnica de posicionarlas con las manos directamente, obligándolas a diario a mantener una forma. Así mismo se puede usar la técnica del desfoliado para reducir el tamaño de las hojas, aprovechando este para posicionar mejor las ramas. La mejor época para realizar esta labor es al principio del verano, si bien en las condiciones climáticas de mi tierra he realizado desfoliados en diciembre y han brotado sin ninguna dificultad.




El Laurel de Indias suele se atacado por ácaros en ambientes muy secos, por lo que, como medida de protección se debe mejorar la humedad ambiente. También como medida preventiva se puede fumigar con un acaricida cuando empieza el calor. En cuanto a los insectos, es atacado por la cochinilla algodonosa y por los trips, siendo el mejor método para combatirlos el aplicarle un insecticida sistémico.
En Taiwán existen excelentes ejemplares de Laurel de Indias como bonsái. A continuación les pongo algunos ejemplos.


Excelente ejemplar formado por varios árboles unidos en su base.



Ejemplar expuesto desfoliado.



Estilo característico con un excelente nebari.

viernes, 15 de enero de 2010

Especies y estilos.



Quien cede el paso ensancha el camino.

En esta ocasión quiero hacer una reflexión sobre las consecuencias de la globalización que también ha llegado al mundo del bonsái. Una de estas consecuencias es la incorporación de nuevas especies susceptibles de ser trabajadas como bonsái y que no tienen nada que ver con las especies tradicionales. Plantas como la Scheflera o la Porulacaria se van haciendo un hueco en las colecciones, si bien esta ultima, y como ya he dicho en otras ocasiones, los puristas no la consideren como un autentico bonsái. Me gustaría desde aquí romper una lanza a favor de la aceptación como bonsái de todas esas especies que al fin y al cabo, lo único que van a conseguir es enriquecer aun mas este arte.




Portulacaria difícil de encuadrar en los estilos tradicionales.


Otra de las consecuencias es la aparición de nuevos estilos o mejor dicho, de estilos que no se pueden encuadrar dentro de los estilos tradicionales, pero que sin embargo existen en la naturaleza. Uno de los casos mas significativos es el de las raíces aéreas, que no existe como tal en la tradición japonesa, pero que se ha ido afianzando como estilo.



Scheflera con raíces aéreas.


La incorporación de especies tropicales ha tenido como resultado que aparezcan casos como este, o como el de los ficus, con esos troncos con regruesamientos a modo de contrafuertes que le dan un aspecto tan singular.

Ficus con los peculiares "contrafuertes " y raíces aéreas

de Rafa Afonso.



Dentro de los estilos quiero hacer mención especial a uno que ha abanderado Robert Steven y que consiste en un azotado por el viento, no modelado por este viento, sino como si le estuviese soplando en ese momento.





Robert Steven con su peculiar estilo.




Penjing del mismo estilo y autor anterior.


Cuando te enfrentes a esas nuevas especies o nuevos estilos, te podrán llegar a gustar más o menos, pero no los descalifiques solo por que no se ciñan a la tradición. Abre un poco la mente y aprende a apreciar la diferencia. Si la pintura no hubiese evolucionado, ni Dalí, ni Picasso hubiesen sido famosos. De hecho el bonsái tradicional japonés es una evolución del penjing chino y por eso no se ha acabado el mundo.



P.D.: Quiero usar este blog para mandar un mensaje solidario a todas las victimas de la terrible catástrofe producida por el terremoto acaecido en Puerto Príncipe (Haití).

viernes, 8 de enero de 2010

Mesas de exposición…¡¡¡ de papel !!!

El jade necesita ser tallado para ser una gema.

Como muchos de ustedes se habrán dado cuenta, el amigo Juan Tomás es una de las personas de las allegadas que mejor ha cogido los conceptos del bonsái y que más sensibilidad tiene a la hora de diseñarlos, por lo menos para mi gusto.


Pero es que a demás no deja de sorprendernos; este año concretamente la sorpresa en la exposición fue una serie de mesas creadas por el, pura y exclusivamente con papel, cartón, cola, tinte y barniz que encima parecían de madera. Desde aquí lo emplazo a que nos explique el proceso en su blog (http://guayonjebonsai.blogspot.com/). Hasta tanto les pongo unas fotos de estas mesas para que las aprecien.







domingo, 3 de enero de 2010

Los otros protagonistas de la XIV exposición de bonsái de Puerto de la Cruz.

Cuando se apunta a la luna, el tonto se queda mirando el dedo.


Esta claro que los protagonistas de cualquier exposición de bonsái son los propios árboles. En este caso quiero hacer un pequeño homenaje a los otros protagonistas, que son los dueños de los bonsáis, sin los que no se hubiese podido montar dicha exposición. Vaya desde aquí mi más profundo agradecimiento a Manuel Marín, José Manuel Albelo Hernández, José Luís Batista, José Hernández Domínguez, Ángela Pérez Plata, Rafael Afonso Carrillo, Francisco Labrador, Javier Martín Carvajal, Juan José Llorente Dueñas, Juan Tomas Martín Dorta, Marcos Real Álvarez y José Acuña Cruz.
A continuación les muestro unas fotografías con estos protagonistas, si bien, por una serie de circunstancias, no puedo enseñarles las de todos. Mi mas sincera enhorabuena a los participantes en la exposición, pues se nota que cada año se van superando, ellos y los árboles.


Marcos Real con su bougainvillea.


Manuel Marín con uno de sus ejemplares.


José Luís Batista orgulloso de su sabina.


José Manuel Albelo con sus "tres" bonsái mas preciados.


Juan Tomás y dos de sus ejemplares.


Jose Acuña (Centro Bonsái Tenerife)


Francisco Labrador y sus árboles.
Y yo con mi bougainvillea.


Esta es una foto de familia cuando estábamos desmontando, en la que aparecen de izquierda a derecha, Rafa Afonso, su mujer Angelita, yo, Jose, Juan Tomás, José Manuel y agachado Pedro Antonio, que si bien no expuso nada este año, colaboró como siempre.