La primera vez que me engañes será culpa tuya. La segunda será culpa mía.
Las condiciones climáticas del lugar donde vivo hacen que los olmos chinos (Ulmus parvifolia) no pierdan la hoja durante el invierno, y eso que los tengo en todo momento en el exterior.
Así estaba en mayo del 2009.
Una practica que les suelo realizar últimamente es el defoliado, pues ello me permite observar toda su ramificación y así poder eliminar todas aquellas ramas que estén mal posicionadas, alambrando las que lo necesiten para el diseño preconcebido.
Todo esto lo hago cuando las yemas están hinchadas a punto de brotar. Esta practica me ha permitido observar como esta brotación es mucho mayor y tiene mucha mas fuerza.
Tras el defoliado.
Este trabajo es el que he realizado en este olmo de raíces expuestas que algunos ya conocen.
A parte de todo esto, he intentado, mediante el alambrado y los tensores, separar las ramas para crear masas de verde diferenciadas unas de otras, pues la anterior copa tenía movimiento pero era demasiado monótona.
Habrá que esperar a que brote para saber si he conseguido este efecto o no. Iremos poniendo su evolución como siempre.
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