El amigo es un camino, el enemigo es un muro.
Este es el cuarto y ultimo de los olmos chinos (Ulmus parvifolia) “despelujados” que le voy a poner. Este es el Hijo Prodigo que publiqué por el mes de marzo y tras su regreso a casa, se ha puesto tan contento, que ha brotado de esta manera.
Temí en su momento por su salud, pues aunque tenía bastantes raíces finas, le corté algunas de las gruesas cuando lo pasé a su nueva maceta y eso siempre conlleva un peligro. Afortunadamente su reacción nos saca de cualquier duda.
Tras la sesión de peluquería ha quedado listo para que ustedes lo aprecien y yo lo pueda disfrutar, que es para lo que lo hago.
No parecía en la primera foto, que se pudiesen conseguir tal número de palcos.
ResponderEliminarMuy bonita la formación. Te felicito.
Saludos.
disfruto con tus cortes de pelo ,gracias por mostrame lo que se puede hacer con buena técnica un abrazo
ResponderEliminarIncreible el trabajo que estaba oculto por falta de una buena sesión de peluqueria.
ResponderEliminarEnhorabuena por esos árboles.
Saludos
La verdad es que los olmos chinos viven en mi casa como pez en el agua, se adaptan muy bien a las condiciones donde los tengo y me hacen disfrutar de esas sesiones de peluquería.
ResponderEliminarGracias por los halagos inmerecidos y un abrazo a los tres.